Ficha de dominó, de parchís, o lo que seas.
¡Vieja! ¿Cuánto crees que durarás?
Gastada por los manoseos y encontronazos...
¡Ay, aquellos sueños lozanos!
Estás cansada de jugar ya y no me extraña.
De esas vueltas sin sentido, de figuras inservibles, de la mesa sucia y vieja.
Te cansaste de los dedos insensibles que te mueven.
Del olor a rancio.
Si te cuentan que otros lares son más limpios, que otras mesas son más nobles, que otras manos más honestas... a pesar de que el marfil no brille en ellas...
El encanto de una lumbre, unas risas nuevas, un quehacer no obligado, un paseo libre y puro, una gente limpia, un aire sano.
Puede que allí consigas limpiar la mugre que te mata, que se templen los nervios y el corazón enmudezca... tú me entiendes.
Que las gallinas te contagien su simpleza.
Anda... vámonos con ellas.
A echarles de comer (... pitas, pitas), a hacer fuego, queso y vino.
A leer mucho y a pensar algo. Y a mirar al firmamento.
Aunque sólo sea a ratos, eso es lo que deseo.
.